¿Existe un discurso del Artista? SIMPSON Richard Mi interés en la material de un "discurso del artista" proviene de la sensación de poder inherente a los filmes de Krzysztof Kieslowski para provocar efectos del inconsciente en mí y en mis colegas, quienes han quedado profundamente conmovidos por sus filmes. Viendo estos filmes, he encontrado un lugar de apertura e interrogación que, quizás, sea análogo a los efectos intemporales del espacio analítico. Además, si el inconsciente es la experiencia de ruptura entre la percepción y la conciencia de "otra escena" en donde se interpreta el desencuentro, ¿será que el artista perturba el equilibrio del ego social cuando orquesta una participación con la audiencia que va más allá de una simple representación? En términos del inconsciente como lazo social, ¿será que el artista presenta un papel social paralelo al papel privado que el analista juega con el paciente? ¿Ayuda el artista a mantener abierta una brecha contra la clausura de identificaciones de grupos dentro de la sociedad? Usaré el comentario de Lacan en Las Meninas para ayudarme a describir el poder de la obra de Kieslowski para nuestros tiempos y sugerir, por extrapolación, las implicaciones para un "discurso del artista". En sus seminarios, Lacan habla de artistas como Cézanne, Holbein y Velasquez. En cada caso, el hilo rojo que conecta el pensamiento de Lacan es la idea de que los cambios en la perspectiva conducen a las formas en las que el artista ha producido una obra que evoca la experiencia de la "mirada penetrante". En el Seminario XIII, hablando de Las Meninas de Velasquez, Lacan identifica la "imagen dentro de la imagen" en la que vemos que Velasquez está trabajando, como el Vorstellungsrepräsentanz , lo representativo de la representación. Lacan claramente distingue la representación como perteneciente al lado del significado, mientras que "lo representativo de la representación" pertenece al lado del significante. En Las Meninas Velasquez pinta la "imagen en la imagen" en la conjunción de dos perspectivas que son imposibles en un espacio singular. Lacan indica que la "imagen en la imagen" como "lo representativo de la representación" proyecta incertidumbre sobre otras "representaciones" en el cuadro. Estos otros "objetos" adoptan este disturbio de perspectiva en un efecto de dominó, que permite que muchos elementos del cuadro adopten ese efecto de "representativo de la representación". Esta desestabilización del espacio visual del cuadro tiene en cuenta los movimientos y las condensaciones de imágenes en el cuadro. Así surge una serie interminable de preguntas sobre las relaciones entre los elementos del cuadro. ¡La gente ha estado hablando sobre este cuadro por 350 años! La habilidad del artista para hacer esto se basa en un conocimiento magistral de su arte y un aprecio del más allá de una representación. con Las Meninas, es la habilidad de Velasquez de construir un combinación imposible de perspectivas, la que mantiene al espectador en suspenso. En el film de Kieslowski, Tres Colores; Azul , hay una famosa serie de alteraciones repentinas de la imagen visual. En la mitad de una escena, la imagen se esfuma hacia la oscuridad, continúa la música y después de varios segundos volvemos a la escena igual que cuando la dejamos. Nosotros, la audiencia, quedamos literalmente en la oscuridad. Una ausencia se hace presente. El fort-- da se coloca dentro de la narrativa, nos acosa una ruptura literal entre la percepción y la concientización. Después de cada ruptura en la continuidad visual, regresamos de donde estábamos para ver a Julie, la protagonista, cuyo esposo e hijo fueron matados. Cada vez, ella logra decir algo que, hasta ese momento, no se había dicho. Estas escenas de Azul son como la "imagen en la imagen" de Las Meninas ya que ambas interpretan la "realidad" de la ilusión de la obra de arte como un elemento dentro de la misma obra de arte. En Azul, la pantalla en negro nos hace recordar que este es solamente un film, pero, al mismo tiempo, aún mantiene el efecto de la ilusión. Es un intento audaz de parte de Kieslowski de ir más allá de la representación. Desde un punto de vista más clínico, también es una interpretación visual del pasaje entre lo no expresado y lo expresado en un proceso de dolor. Cuando artistas serios usan todo su conocimiento de artistas para tratar de interpretar algo que se encuentra más allá de la representación, ellos se están colocando estructuralmente en la posición de evocar la mirada penetrante para sus audiencias. Ellos no transmiten directamente su conocimiento a la audiencia. Velasquez usó su conocimiento del arte de la perspectiva y de otros campos de la técnica artística. Kieslowski usó su maestría con los instrumentos cinematográficos y su manera de trabajar con muchos otros artesanos cinematográficos. Toda su labor se concentró en la realización de efectos en la audiencia. Esto es similar al analista que debe tener conocimiento (S2)) de todo tipo que le es transmitido durante el aprendizaje de su arte. Pero él no puede usar este conocimiento directamente, solamente mantiene su intento de permanecer en la posición de "objet petit à". Asimismo, el artista no puede simplemente decirle a usted lo que significa, ni transmitir su conocimiento directamente. Por lo tanto, quizás existe un discurso del artista que contiene los mismos elementos, "a/S2 ---> $/S1" , como el discurso del analista, pero se interpreta principalmente en el campo social a nivel de la mirada y de la voz. El "$", el sujeto dividido, serían los miembros de la audiencia como yo, quienes, enfrentados a esta división de nosotros mismos que ha sido evocada por una obra de arte, comenzamos a expresar comentarios como éste. La contribución de Lacan al campo de la estética, parecería estar al servicio de una mejor comprensión de cómo el artista logra sus efectos. Además, esos efectos están ligados inextricablemente con el inconsciente; estructurados como un idioma; "otra escena"; el lugar en donde "lo representativo de la representación" yace más allá en el campo de la mirada penetrante. Mi objetivo en este texto no fue el de interpretar a Velasquez o a Kieslowski sino el de homenajear el poder que transmiten dentro del campo del inconsciente y cuestionar cómo su labor se comunica con nosotros a un nivel más allá de la representación, en lo que se podría llamar el "discurso del artista". Toronto, Canadá |