|
EL INCONSCIENTE FREUDIANO Y EL NUESTRO
SAK Juana Nora
Freud en el texto "Sobre Psicoterapia" enuncia que su concepción
del inconsciente no es aquella que postulan los filósofos, que
califican de psíquico a lo que es un fenómeno de conciencia.
Por esa razón entiendo que Freud al escribir El Yo y el Ello nos
dice que el psicoanálisis no ve en la conciencia la esencia de
lo psíquico, sino tan sólo una cualidad del mismo, y que
nuestro inconsciente tiene como punto de partida la teoría de la
represión.
Voy a tomar un pasaje del historial clínico de Lucy R. que permite
ver la manera en que Freud opera al adoptar ésta hipótesis
: "Que su paciente sabía todo lo que había podido poseer
una importancia patógena, respecto a la determinación causal
de sus síntomas Freud nos hace saber que cuando un paciente le
manifestaba no ocurrírsele cosa alguna, él le afirmaba que
no era posible, que seguramente había tenido conocimiento de lo
buscado, pero lo había rechazado, no reconociéndolo como
tal. Al ubicar el momento en el que Lucy sucumbe a la conversión
histérica, Freud deduce que entre las premisas del trauma, debía
de existir una que la sujeto silenciaba voluntariamente, esforzándose
por olvidarla. Transcribo a continuación su interpretación
: "No creo -le dije- que todas esas razones que me ha dado sean suficientes
para justificar su cariño a las niñas. Sospecho más
bien que está usted enamorada del padre, quizá sin darse
cuenta exacta de ello, y que alimenta la esperanza de ocupar de hecho
el puesto de la madre fallecida....Teme usted que descubran sus esperanzas
y se burlen de ellas" A estas palabras mías respondió
la sujeto:
- "Sí, creo que tiene usted razón"
· "Y si sabía usted que amaba al padre de las niñas,
¿por qué no me lo ha dicho hasta ahora?"
· A lo cual Lucy responde : "No lo sabía hasta ahora
o, mejor dicho, no quería saberlo, quería quitármelo
de la imaginación, no volver a pensar en ello, y creo que en estos
últimos tiempos había llegado a conseguirlo".
En este pasaje es posible ubicar la negación como defensa, estado
en el que sabemos e ignoramos simultáneamente algo.
Así también en la Historia del Movimiento Psicoanalítico,
Freud nos relata como la teoría de la etiología sexual de
la neurosis le había sido comunicada por tres personas, Breuer,
Charcot y el ginecólogo Chrobak. Los tres le habían transmitido
un conocimiento que en rigor no poseían. "Dos de ellos negaron
los hechos cuando más tarde quise recordárselos., - dice
Freud - y el tercero, Charcot, hubiera seguido probablemente igual conducta
si me hubiera sido dado verle de nuevo. Por lo que a mí respecta,
dichas tres sugestiones idénticas, incomprensiblemente recibidas,
durmieron en mí años enteros, para despertar luego un día
bajo la forma de una idea aparentemente original" Es con relación
a Charcot que Freud escucha con asombro que éste dice :"Mais,
dans des cas pareils, c' est toujours la chose génitale, toujours,
toujours, toujours" Es en ese momento que Freud se dice :"Pero
si lo sabe ¿por qué no lo dice nunca? " A lo cual luego
dirá "Sé muy bien que
una cosa es expresar una idea bajo la forma de una pasajera observación
y otra tomarla en cero, conducirla a través de todos los obstáculos
y conquistarle un puesto entre las verdades reconocidas." Podemos
advertir en esto que habría un decir algo sin caer en la cuenta
de aquello que se está diciendo, esta sordera es la que podemos
atribuir a la función de desconocimiento del yo. Lacan en su texto
"El estadio del espejo", nos revela como el yo se constituye
en una línea de ficción, siendo las identificaciones ideales
las que lo conforman.
Es gracias a Lacan que podemos leer, como en la experiencia del análisis
opera un juego dialéctico entre la función desconocimiento
del yo y el reconocimiento del deseo. Decir reconocimiento del deseo,
es decir reconocimiento del inconsciente como tal.
Lo que constituye el inconsciente freudiano es el inconsciente en sus
formaciones, tales como los sueños, los chistes y toda la psicopatología
de la vida cotidiana. En el caso de la joven homosexual es cuando se le
plantea a Freud una objeción a su concepción del inconsciente.
¿Es posible que el inconsciente mienta? Allí nos dirá
que el sueño no es lo inconsciente, y que a éste debemos
prestarle nuestra confianza. Lacan en su seminario de
los cuatro conceptos fundamentales del Psicoanálisis nos dice que
al nivel de las formaciones del inconsciente hay el orden de lo realizado.
El sueño es la realización disfrazada de un deseo reprimido,
el lapsus es un discurso logrado, en un chiste, la risa sanciona que un
mensaje arribó y resuena en el inconsciente. Las formaciones del
inconsciente nombran al sujeto como efecto, y hay allí el retorno
de una verdad reprimida. En el caso de la joven homosexual, el sueño
comporta un mensaje, cuya dimensión simbólica no fue posible
de ser escuchada por Freud. Él tomó la vertiente imaginaria
de la transferencia en el sentido de "me quiere engañar como
engaña a su padre".
Freud en su texto "La Negación" de 1925, nos señala
que el reconocimiento del Inconsciente por parte del yo, se manifiesta
por medio de una fórmula negativa "En eso no he pensado jamás"
Su traducción correspondería a "es lo que siempre he
pensado" . En la negación articulada en el discurso, Freud,
nos enseña que hay allí la percatación de lo reprimido
aunque no su aceptación. La experiencia freudiana nos dice Lacan,
designa en el Yo el lugar mismo de la Verneinung. Al ser el Yo función
de desconocimiento impide que una operación de lectura se realice.
Cabe para aquel que ocupa el lugar de analista no desconocer este desconocimiento.
Lacan nos enseña a concebir el inconsciente como ese saber hablado
sin conciencia, lo ubica a nivel del ser hablante. Nos dice "el inconsciente
es eso: es que se ha aprendido a hablar y es debido a eso que uno se ha
dejado sugerir por el lenguaje toda suerte de cosas." Ubicamos aquí
al lenguaje como condición del inconsciente. , que es la
dimensión donde el sujeto se determina en el desarrollo de los
efectos de la palabra. Lo que pertenece propiamente al orden del Inconsciente
"no es ni ser, ni no ser; es no realizado", nos dice Lacan,
ubicando aquí la función de la causa.
Frente a la interrogación de Freud "¿si lo sabe porque
no lo dice?" Lacan nos responde que el sujeto del inconsciente no
sabe lo que dice y ni siquiera sabe que habla. Lacan nos anoticia que
es en la experiencia analítica, que la dimensión del decir
tiene lugar, y que es aquello que hace posible que ese saber no sabido
sea posible de saber, en tanto se diga. Sabemos que es en transferencia
y por la función deseo del analista, que el sujeto puede recibir
su propio mensaje olvidado en forma invertida, es decir desde el lugar
del Otro.
Considero que la puesta en función de la regla analítica,:
"Diga lo que se le ocurre", es una apuesta de la función
del deseo del analista, al "que se diga" a fin de poder reconocer
en lo que se dice, una doble acepción, que hay algo que se dice
más allá, en el punto de captar otra resonancia de la palabra
y el hecho mismo del decir como acto del sujeto. El reconocimiento de
la falta en el Otro, es decir la castración, es en acto, que es
el decir mismo.
|
|