INCONCIENTE COMO SUPERFICIE

NARDI Marta


Lacan considera el inconciente como superficie en un intento de reemplazar la geometría de la bolsa presente en la segunda tópica freudiana. El trabajo con la superficie topológica nos permite retomar la idea de superficie, presente en la obra de Freud sin deslizarnos hacia una concepción de capas o profundidades.
Por otra parte tenemos que tomar en cuenta que la preocupación lacaniana por las superficies topológicas responde, en parte, a la preocupación por encontrar una escritura -y una escritura implica una puesta en el plano, en dos dimensiones-, una escritura mathemática, en el sentido del matema, una escritura a la letra. Pero la letra para su escritura precisa primero de su fonematización. Para que del inconciente haya efecto de escritura es necesario que el inconciente hable, que ex-sista como discurso, haciendo lazo social, siendo el discurso analítico el que lo hace existir.
Ahora bien, el inconciente se articula como discurso por medio de una operación, la negación, que en el contexto del seminario L`Ethique es caracterizada a través de una particularidad de la lengua francesa:el ne explétif o ne discordancial. Esta negación, que no es complementaria, es una operación simbólica por la cual un sujeto se constituye en el corte entre el enunciado y la enunciación.
Si bien Freud nos dice que no hay negación a nivel del inconciente, enseguida nos muestra que hay muchas maneras de representarla metafóricamente, salvo este ne, porque esta negación es del orden del discurso.
Es mi intención establecer una relación entre la operación lógica y la topológica.
Voy a partir considerando una frase de Lacan en Radiophonie: El inconciente, para el sujeto es lo que reúne en él las condiciones o él no es o él no piensa. Las reúne de una manera particular que paso a considerar.
En el marco del seminario La Logique du Fantasme, Lacan trabaja el cógito cartesiano haciendo uso de la lógica proposicional y de la lógica conjuntística. La operación principal es la negación articulada vía las leyes de De Morgan (lógica) y la diferencia simétrica (teoría de los conjuntos). En lugar de cogito ergo sum tenemos dos conjuntos "o no pienso o no soy", que previo vaciamiento del ergo, vaciamiento de la intersección, quedan como conjuntos disyuntos.
Esta alienación pura y simple, presente en el campo del lenguaje, es leída por el inconciente bajo el régimen de la bedeutung y en tanto regido por ella la intersección permanece vacía: "no pienso (pienso cosa), no soy" se presentan juntos. Es otra manera de decir que el inconciente es lo real de lo simbólico.
Bajo esta lógica al inconciente no le está permitido articular: "entonces soy". Cada vez que el sujeto hable lo hará bajo el signo de la negación bajo la forma no soy yo quien lo dice o bajo la forma de la mentira.
Usted pregunta quien es la persona del sueño. Mi madre no es. Es la misma estructura de... Ud.pensará que mis intenciones son hostiles...(1) Cuál es la lógica que rige estos dichos en un análisis? Ud. piensa, yo no pienso y mientras supongo que es Ud. el que piensa -y éste es un momento necesario en todo análisis- me refugio en el "no soy yo quien lo dice". Los dos términos de la elección forzada se presentan juntos pero sin conectiva lógica posible. Es lo que Freud nos indica como la imposibilidad de intervención analítica, de una intervención que de lugar a un decir que toque lo real. Siguiendo la vía de la lógica proposicional, por ejemplo doble negación es una afirmación, lo único que conseguiríamos, quizás, es una aceptación intelectual.
Qué recurso podemos implementar para dar cuenta de la articulación del "no pienso o no soy" en al acto de hablar, ya que la lógica simbólica se nos presenta como insuficiente? Podemos tomar la superficie topológica que Lacan emplea para resolver el problema de la doble inscripción en Freud: la banda de Moebius o sea el cross-cap agujereado(2). Podemos decir que cuando hablamos, pasamos del "no pienso" al "no soy" de manera continua, y salvo que haya acto analítico la elección no es hecha y en tanto no hecha no hay alienación, es decir mantenemos la ilusión que podemos hablar rechazando el rasgo.
Es como si el paciente hubiera dicho en realidad: con respecto a esa persona se me ocurrió, es cierto, que era mi madre; pero no tengo ninguna gana de considerar esa ocurrencia. Pero no fue esto lo que dijo, porque si dice esto podemos considerar que esta frase es el efecto de un corte, de una interrupción. En efecto el analizante puede decir esto porque por un instante, en uno de esos pasjes por el "no pienso" algo se le ocurre, se le ocurre contingentemente. En el Seminario... ou Pire el ne explétif es considerado como la negación correspondiente al pas- tout, la contingencia, la negación discordancial, negación que descompleta el universo del sentido. El inconciente se hace discurso por esta negación y el sujeto queda dividido entre lo que dice y el rechazo a lo que dice.
El inconciente se hace discurso por el corte medio de la banda de Moebius; y en el momento en que la estructura moebiana se deshace el inconciente se muestra como el corte mismo. La banda que nos queda ahora es cilíndrica, es decir provista de un derecho y un revés y se puede volver moebiana por medio de una costura. Lo que me interesa marcar en este trabajo es que por medio del corte se revela que el discurso tiene su envés siendo el discurso picoanalítico el envés del discurso del inconciente.
Como hipótesis podríamos considerar que el corte en la banda es el equivalente del pas-tout en lógica modal.

  1. Cf:Freud,S:Die Verneinung
  2. Recordemos que la banda es una superficie unilátera que no tiene derecho y revés.