DECONSTRUCCION CLINICA
El "análisis de control" del psicoanálisis posmoderno

MORESCO Mercedes


Decir "análisis de control" resulta ambiguo ya que al mismo tiempo refiere al análisis por un lado y al control por otro, sin ser ninguno de los dos. Pero tampoco "supervisión" se ajusta al dispositivo analítico que enmarca la "puesta a punto" de la clínica. "A punto" que no sea ciego, ya que no hay "visión" ni "super". Solamente la escucha de un texto traído por el que supervisa, que también será relato y recorte de sesiones, de analizantes, de dificultades.
Reconozco que se hace difícil la separación de una escucha de la clínica que no sea enseñante sino transmisión.
Aunque no se proponga serlo, surge hasta naturalmente, de lo que se llama "experiencia'. Pero todas las experiencias son fallidas, en el sentido que deben apoyarse en una falta, en un enlace a lo real. Es decir "la experiencia no está sin su ignorancia." (1)
Quien solicita una escucha sobre dirección de la cura de sus analizantes, sabe que se expone, pero no viene a un análisis. Se supone que lo realiza en otro lado y no pide duplicarlo en esta demanda.
Trabajar sobre la clínica implica revisar las dificultades y separar aquellos espacios identificatorios donde la transferencia quedó entrampada por cegueras y sorderas. Cuando se habla sobre un analizante es para contar lo que no resultó, aquel tropiezo o dificultad, incluso la parálisis. Es el reconocimiento de situaciones, dichos o silencios no siempre gratos de confesar, que determinan alguna actitud. El 'horror del acto' es una posible puntuación valiosa si alguien se pregunta sobre ello.
El tiempo de las intervenciones e interpretaciones (suspensión, escansión, etc.), siempre puede cuestionarse. Si fueron hechas en momentos propicios, se verán según sus efectos, tarde o temprano. No todo deja huellas. Algunas se recuerdan siempre, otras jamás fueron escuchadas y el olvido hace el resto. Hay intervenciones desapercibidas, y otras involuntarias, (gestos, o sonrisas, etc.) que producen efectos más allá de nuestra intención. Palabras que mejor no hubieran sido dichas, y otras demasiado calladas. ¿Cómo dar cuenta de que tuvo lugar un acto analítico?
Cuando el analista esta sordo el paciente se va. El analizante confía que el analista sabe de su dolor y por eso lo puede curar. Esa idealización del primer momento del análisis tiene que sostenerse pero no perpetuarse. Delicada posición del analista porque se sostiene en medio de un agujero, del vacío del deseo. Donde un acto puede provocar la sorpresa de quitarle el lugar de pensar para proponerle el lugar de ser.
El psicoanálisis postmoderno se encuentra con un analista que esta solo en su acto, como siempre lo estuvo, enfrentado a su deseo de analista. Está siempre sólo porque no tiene referencias para decir lo que dice sino fuera por esta posibilidad desde su propia falta, ya que el saber no se trata aquí de un saber adquirido (aunque también eso sea necesario). Esto no exime al analista de la obligatoriedad de su formación sino que lo responsabiliza justamente por saber que cada caso es único y singular. Analista postmoderno que espera lo imprevisto, que escucha las rupturas del discurso, que analiza, que arriesga su palabra que habrá descubierto que no es quien creía ser y circulado por la articulación de sus enigmas entre el saber, el deseo y su descubrimiento.
Así escribe siguiendo la huella ya marcada, porque leerla no es suficiente, lectura hecha sobre la palabra del otro, sobre los significantes que el analizante pone en juego. Escribir habla de una marca. El análisis produce una nueva organización, una nueva escritura. Es lo que se espera del analista: que escriba. Entonces se podrá llamar acto analítico. Aclaremos que esa función que cumple el analista en su acto, lo coloca radicalmente en falso respecto de la condición de saber. Es un saber en falso porque él como sujeto no puede estar cuando hace su acto, en ese sentido no hay acto posible. Si es un acto lo es por su función. Ser honestos es admitir que son pocos los momentos que realmente cumplimos nuestra función. Es una exigencia demasiado soberbia pensar que siempre estamos desprendidos de todos nuestros conflictos. Por lo menos no debemos creérnoslo tanto, para creencias ya el paciente cree demasiado. Hablar menos facilita mostrarnos menos, de esa manera puede fantasear y producir quien se analiza porque el que habla no puede dejar de mostrar algo. El análisis proporciona una pantalla en cuanto al saber y debe ser utilizada para la producción del otro no para taparla. La labor del analista se centrará en un "yo pierdo" que marca el tránsito del mismo analista dentro de su análisis enfrentado con su castración. Luego puede haber un "yo escribo y un yo leo", porque sólo a partir de su falta y del acercamiento que a ella tenga, podrá leer lo que sus pacientes cuentan en su entramado significante y escribir en el acto analítico. El "yo pierdo" es de lo que se trata en un análisis: de perder. El analizante se pierde en lo que dice. Y se muestra en sus lapsus, sueños y tropiezos del discurso. El analista sigue el hilo pero tampoco sabe por donde va, ni tiene todo el carretel. Solo teje el hilo que el otro pierde.
La supervisión no puede ser del "caso" porque ya sabemos que las sesiones exhaustivamente anotadas o grabadas, no conducen más que a estériles y monótonas repeticiones, con la pretensión de que en "lo mismo" alguien "supervea o superescuche" "lo distinto". Sin embargo, en el recorte de sesión que se trae a exponer, ya esta implicado el analista y por consiguiente es algo nuevo que se ha producido y no "lo mismo", al estilo del sueño contado que ya no es el soñado.
No hay puntos finales, solo líneas a seguir, cabos sueltos que van uniéndose a través de la escucha del paciente traído por su analista,
Por eso prefiero presentaciones muy incompletas, nada anamnésicas, que muestran los puntos de conflicto del analista, que interrogan mas que nada a la transferencia. Es una tarea de "desovillado" donde no es necesario empezar por el principio, estimulando las ocurrencias del analista acerca del paciente sobre el que se cuestiona la dirección a seguir
No interesa la cronología de los hechos sino el especial armado que la escucha puede hacer y que lleva al análisis de control. Hay lectura de un texto que el analista ha construido sobre su analizante, sin saberlo. El nudo donde el ovillo detiene su marcha y a veces es necesario volver atrás para que la trama se reinstale. Nada nos pondrá a salvo del error en la dirección de un análisis por mas control o "superescucha" en que se pueda confiar. Tampoco enseña a conducirlo. El deseo del analista promueve una escucha sin angustia, sin exigencias a cumplir con un ideal analítico al que debe ajustarse. Cierto saber sobre lo real a contribuido a que el deseo del; analista se habitúe a una ignorancia productiva.
La técnica psicoanalítica es la que no hay, ni se aprende, la que improviza, que no da seguridades, pero plantea interrogantes y da cuenta de los efectos producidos.
El análisis de control o supervisión o "deconstrucción clínica", término que propongo para designarlo, es el espacio para escuchar la clínica. Tal vez ayude a levantar o deshacer ciertos anudamientos transferenciales e identificatorios que la traban. Por lo tanto es un trazado de líneas que apuesta a la confianza en lo inconsciente y que reniega del análisis silvestre o salvaje. Deconstrucción clínica, se apoya en un análisis que prefiere los márgenes bordes y marcos, mas que la historización rigurosa de las novelas familiares. Las novelas familiares no pierden significación, están cargadas de ella, y lejos de ser lo único que indique el proceso de su escritura. Este espacio para escuchar la clínica, puede ser transmisión, no de un saber teórico, sino de un saber interrogado. Por eso es mucho más la deconstrucción de un saber, ya que el "control", si lo hubiera o si fuera posible, provendría fundamentalmente de cada paciente, y el aprendizaje de la enseñanza que saben darnos cuando perdemos su texto.
Entre las líneas se verá que el valor del cuestionamiento esta en la experiencia de la pregunta.


(1) Jacques Lacan "El acto psicoanalítico", Seminario inédito


BIBLIOGRAFIA

Jacques Lacan "El acto analítico" Seminario inédito.

Jacques Derrida " Del espíritu"Pre-textos 1989.

Gianni Vattimo "Mas allá de la interpretación " Paidos 1995.

Moustapha Safouan "Jacques Lacan y la cuestión de la formación de los
analistas" Paidos 1985.

J.Lacan "Escritos" Siglo XXI 1971.