DEL ANÁLISIS DE CONTROL

MARRONE Cristina


I- La inhibición del acto.

Desde la clínica del análisis de control, he podido advertir que, a menudo, la inhibición tiñe la posición del analista y que esta práctica del psicoanálisis toma el relevo ético que implica, de algún modo, colaborar para permitir la eficacia del acto reestableciendo al analista en tanto objeto para el fantasma de su paciente, posición desde la que, en transferencia orada el sentido en la extracción de la letra.
La inhibición se opone al acto como núcleo residual de goce, como tapón. Es el concepto que nos conduce no sólo a la parálisis del yo, ya que concierne al objeto en lo más inercial de la gramática del fantasma.
Así, recordemos una de las últimas apreciaciones de Lacan sobre el tema cuando se vuelve a preguntar: "¿Que es la inhibición? lo real hace que giremos en círculo, se nos escapa y es seguramente debido a eso que la inhibición se produce en la hiancia entre lo imaginario y lo real " (1).
Ahora bien: si la inhibición se produce en dicha hiancia es en tanto en la cuerda de lo real el goce se acumula con la consecuencia de su adherencia a la imagen y de lo que llamaría la marcada detención ante el agujero de lo simbólico. En esos momentos la imagen no queda engendrada desde el agujero o lo que es lo mismo, la posición del analista no bascula como semblant y la temporalidad de la transferencia queda afectada.
Si bien el narcisismo se despeja desde el análisis del analista ello suele no alcanzar porque el goce lo pone constantemente en peligro en el encuentro cada vez renovado con el fantasma de su paciente. Así, ¿Cómo despejar ese agujero desde la segunda escucha que implica el análisis de control en transferencia?.

II- Del masoquismo

En "El problema económico del masoquismo" Freud señala que" El masoquismo erógeno acompaña a la libido en todas las fases de su desarrollo y toma prestados sus cambiantes revestimientos psíquicos"(2). En consecuencia, en cada una de las estaciones del tour de los objetos de la pulsión: oral, anal, fálico, invocante y escópico, habría un sedimento masoquista .
Dicho sedimento se expresaría como fuerza de apoderamiento, poder de atracción, adherencia del masoquismo erógeno que puede afectar a la posición del analista en tanto objeto en el fantasma. Entonces, no sólo se trata para el analista de la abstinencia al poder que la transferencia le otorga sino también de batallar contra el apoderamiento que en su exceso puede capturarlo en su posición de objeto, ya que si desde la inhibición ,lo real hace que giremos en círculo, es preciso decir que el masoquismo contribuye con su aporte, "es lo mayor del goce que da lo Real" (3).
El planteo que acabo de formular, el de cierto enlace entre inhibición y masoquismo erógeno, en principio apunta a cuestionar la pertenencia del masoquismo a la exclusividad perversa para pensar sus efectos asentados en un terreno clínico más amplio. En este sentido rescato la afirmación de Grumberger: " hay un nudo masoquista en cada neurosis" (4), nudo, decimos, que deberá ser interrogado caso por caso porque plantea matices muy diferentes.Entonces, no sólo es un concepto que también se inscribe en el campo de la neurosis sino que,a mi entender desde la experiencia del análisis de control muestra sus efectos en la posición del analista.El masoquismo es justamente aquello que también ata al sujeto con su montura, el objeto a y con ello en el fantasma se repite en su límite algo de la condición derivada del a presubjetivo, forma primera del objeto a, resto sin caída que recuerda sin palabras la instilación del Otro, adherencia máxima que impide establecer la hiancia en el sentido y en consecuencia el acto. Allí se reúnen masoquismo e inhibición, en su estatuto "de objeto puesto en el museo"(5).
Dicho de otro modo: el fantasma es el regulador del deseo pero no siempre lo es. Por ello la experiencia del análisis de control, la más de las veces deberá despejar esa adherencia del a presubjetivo para restablecer la posición del analista en cuanto al fantasma como regulador del deseo.
Pero veamos aún en términos de la dirección de la cura que es lo que opera en la detención del deseo del analista.
Cuando ello ocurre ¿de qué transferencia se trata? No es la que se despliega como textura temporal en la que se trasunta el deseo sino aquélla, la que debemos entender como compensación, realización narcisista que afecta momentáneamente, en el mejor de los casos, al paciente y al analista.
¿No es acaso que cuando Lacan sitúa al amor en tanto divino y Simbólico, al amor como cortés e Imaginario, sin olvidar "al masoquismo que ata cuerpo y goce" (6), en la cuerda de lo Real nos ofrece los tres casos en que el amor expulsa al deseo tomando su lugar?(7).
Así, el deseo es puesto fuera por un amor compensado: he ahí el revés opaco y denso del amor en los tres nombres de la transferencia, a la que sitúo como resistencia y a la que tambien el analista le pone su piel, enredándose en el "beneficio de goce que el masoquismo es"(8), en la creencia de que hay relación.

III- De la invención.

Por ello, al beneficio de goce que le corresponde a la adherencia del masoquismo es preciso oponer "el valor de goce como resorte de la verdad"(9) desde la posición del analista, ya que si no dispone de dicho valor el deseo del analista se detiene, flaquea ante el masoquismo, el amor divino ó el cortés.
¿Como batallar contra la atadura del a presubjetivo para permitir el despunte del deseo?.
¿Como conmover ese apoderamiento, el poder que concierne a lo más oscuro de lo real?.
El análisis de control apunta fundamentalmente a la recuperación de la invención. Desde la segunda escucha por un efecto sublimatorio despeja, levanta la inhibición de la primera escucha y con ello transforma lo visible en legible, enfrentando así a la opacidad del narcisismo. Allí, el acto analítico del lado de la función sublimatoria abre hacia un corte último y tal vez por ello, primero.
Se trata en definitiva de que esta práctica que despeja la posición del analista funda su razón última en que "El psicoanálisis sea restituido" (10) producido nuevamente en el ahí de cada ocasión.
Me ha parecido que Momo de Michael Ende constituía un buen apólogo para lo que intenté transmitirles. Desde que Momo había llegado a aquella ciudad, los hombres contaban sus historias y los niños jugaban inventando cada vez. Es que Momo era capaz de escuchar el silencio, esa música callada que es preciso no le falte al alma. Cierto día los hombres grises invadieron la ciudad robándoles el tiempo a sus habitantes: los hombres ya no hablaban, los niños no jugaban. Es entonces que Momo decide consultar al Maestro Hora quien desde su otredad simbólica le indica que los hombres grises viven del tiempo muerto. Por ello es preciso que los hombres recuperen su tiempo.
Momo,como el analista es convocada a despejar la grisedad, la opacidad del narcisismo en la cronicidad del presente sin pasado y sin futuro, en el tiempo estático de la inhibición. Por esa brecha, la que abre a la temporalidad se torna factible el acto como rescate de la invención (11).

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BIBLIOGRAFIA

1- Lacan Jacques: Seminario "Momento de concluir". Inédito. Clase 09.05.78.
2-Freud Sigmund:El problema económico del masoquismo.Pág.170.Tomo XIX. Amorrortu Editores.
3- Lacan, Jacques: Seminario 23." El Síntoma". Clase 10-2-76.
4-Grumberger B: Esquisse d'une téorie psychodinamique du masoquisme.Reviste francaise de Psychanalyse. Pág 193-5.Tomo 18.Año1954.
5- Lacan Jacques: Seminario "La Angustia". Clase 14-11-62.
6-Lacan Jacques:Seminario "Los incautos no yerran". Clase 18-12-73
7- Aunque con diferencias, es posible advertir que G. Deleuze en la "Presentación de Sacher Masoch", página 94, Editorial Taurus y B. Grumberger en la obra citada, entienden al residuo masoquista en cuanto a lo Real y como consecuencia de una prohibición fallida.
8-Lacan Jacques:Seminario " La Lógica del Fantasma".Clase 10-5-67.
9-Lacan Jacques:Seminario "La lógica del Fantasma". Clase 19-4-67.

10-Lacan Jacques:L'Institution dite du Controle. Scilicet 6/7. Editorial Seuil. Pág 213.
11-Marrone Cristina: El análisis de Control.EFBA.15-1-00/ "Del análisis de Control". Jornadas de Convergencia .Tucumán. Mayo del 2000.