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Es acaso el Inconsciente une noción en desuso?
LACOTE Christiane
Podemos pensar que la familiaridad con ciertos conceptos mediatizados,
como el de inconsciente, ha quitado toda la virulencia a su invención,
a su pertinencia y a su impacto. Se trata de un efecto particularmente
vivaz cuando se trata de lo que en nuestro psiquismo se apoya sobre aquello
de lo que no queremos nunca saber sin por ello renunciar a los beneficios
de goce que nuestra falsa ignorancia nos permite.
Acentuar este punto de familiaridad me parece particularmente importante
en el momento en el que los textos fundadores del psicoanálisis
- para nosotros, los textos de Freud y de Lacan - ya no son más
sostenidos por la enunciación viviente de sus autores, ni por la
actualización de una transferencia en el curso de una cura con
ellos.
Nos hemos transformado, mismo si hemos conocido Lacan, en lectores. Pero
hay tantas maneras de leer! No consideraré hoy más que una
de estas maneras, la que considera los hallazgos de Freud y de Lacan como
referencias dejà-là, familaires, y que definen un territorio
del cual uno podría facilmente convertirse en proprietario. Esta
dimensión de familiaridad, que no excluye por otra parte una manera
narcisista de cultivar los vértigos deliciosos que Freud describía
en "La inquietante extrañeza" (lo siniestro), es una
manera de anestesiar lo que el inconsciente abre.
Cómo?
Una cosa es leer, otra cosa es reconocer los signos. Los que escuchan
las dificultades de lectura en algunos niños lo saben bien. Parece
que para los textos fundadores del psicoanálisis habría
hoy un tipo de lectura que consiste solamente en identificar, en reconocer
las referencias, en situarse en ellos como en una familiaridad sin medir
los que fue, para Freud y para Lacan, una nueva inscripción.
Freud mismo se mantuvo vigilante ante la lectura entusiasta de sus escritos
por sus alumnos, en particular la de "La interpretación de
los sueños", y ante toda explotación hermenéutica
de la mitología. Podemos leerlo en las numerosas correspondencias
que él mantenía con sus alumnos, documentos esenciales para
descifrar las articulaciones esenciales de la elaboración conceptual
y des lazos esenciales con la transferencia.
No es entonces sin intenciones de formación que Freud, me parece,
barre las bases de las articulaciones de sus alumnos mostrando que el
deseo humano no procura necesariamente su bien, sino que está ligado
a una repetición que lo hace volver sin cesar hacia la más
mínima excitación, o sea, hacia la muerte. Los alumnos de
Freud no quisieron saber nada de la idea de la pulsión de muerte.
Hasta se puede leer hoy en día que puede ser considerada como un
error de Freud. Ahora bien, de esta afirmación freudiana, Lacan
fue el único, con M. Klein, pero de otra manera, que la retomó.
Hemos mostrado en otra parte* cómo "Más allá
del principio del placer" de Freud, en 1920, ha podido ser una verdadera
refundación del concepto de inconsciente.
Es quizás midiendo lo que implica epistemológicamente esta
refundación, o sea en su método, que podremos evaluar ciertos
conceptos lacanianos como el del Otro, y como el del goce, es decir, leerlos
a partir de lo que ha podido determinar su invención : los escollos
clínicos, como también y al mismo tiempo, las dificultades
para una transmisión del psicoanálisis.
*"L'inconscient". Ch. Lacôte. Coll. Dominos. Flammarion.
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